La hernia inguinal es una de las hernias más comunes y se da con mayor frecuencia en adultos mayores y personas que practican actividades físicas que exigen gran esfuerzo.
Este tipo de hernia ocurre cuando una parte del intestino sobresale a través de un punto débil en la pared abdominal, justo en la zona de la ingle.
Aunque en muchos casos los síntomas son leves, una hernia inguinal sin tratamiento puede causar complicaciones importantes.
Las causas de la hernia inguinal incluyen factores como un aumento de la presión en el abdomen, levantar objetos pesados, el embarazo, y la debilidad muscular de la zona inguinal, que puede estar presente desde el nacimiento o desarrollarse con el tiempo.
Los síntomas comunes abarcan una protuberancia visible en la ingle, dolor o incomodidad especialmente al toser, inclinarse o levantar peso, y una sensación de debilidad o presión en la zona.
El tratamiento de una hernia inguinal generalmente requiere cirugía para reparar el tejido dañado y evitar complicaciones como el estrangulamiento de la hernia, una situación peligrosa donde el flujo sanguíneo al intestino queda comprometido.
Existen varias técnicas quirúrgicas para abordar esta afección, como la cirugía de hernia inguinal abierta y la laparoscopia. Ambas opciones tienen sus ventajas según el caso específico y las condiciones de salud del paciente.
Si presentas síntomas de hernia inguinal, consulta a un especialista en Clínyco para evaluar el tratamiento adecuado y evitar que la hernia se agrave.
La cirugía es el tratamiento más efectivo y puede ayudarte a recuperar una vida libre de molestias.